Cultivar avellana
COSECHA
Producción
La cosecha: después de madurar en el árbol, las avellanas se desprenden gradualmente del involucro y caen al suelo de forma natural. Los productores cosechan una media de 3 veces, de septiembre a octubre.
La limpieza: las avellanas llegan a una estación de estabilización con algo de tierra, hojas y piedras. La etapa de limpieza separa estos elementos y deja únicamente los frutos. Para ello, las avellanas pasan por un circuito con ventiladores, rejillas y rodillos de limpieza en seco, así como por una cuba de agua para eliminar las piedras, por lavadoras y por cintas invertidas para clasificar, lavar y cepillar.
El secado: el aire calentado a 40 °C permite estabilizar los frutos al 6 o 7 % de humedad en varias horas y garantizar así su conservación.
Producción: el departamento de Tarn y Garona es el segundo departamento de Francia productor de avellanas, con 455 hectáreas. Las 250 hectáreas de plantación del sudoeste de Tarn y Garona producen más de 800 toneladas de un fruto de excelente calidad.
Fiesta gastronómica: El 2º domingo de octubre se celebra en Lavit la fiesta de la avellana.
NUTRICIÓN
Beneficios
La avellana tiene un perfil nutricional específico: contiene grasas insaturadas, por lo que es una fuente de energía.
Además de ser ricas en manganeso, cobre, fósforo y potasio, las avellanas también son ricas en vitaminas B9, B1 y E. También es una fuente de hierro, magnesio, zinc, calcio y vitaminas B6 y B5.